La Organización Mundial de la Salud define al cáncer como un proceso de crecimiento y diseminación incontrolado de las células. El cáncer puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo y el tumor suele invadir el tejido circundante, además puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo.
Un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente en los niños, si se detectan en una fase temprana.
SEÑALES DE ADVERTENCIA
Palidez, moretones, sangrado o dolor de huesos en general.
Masa o hinchazón – especialmente si no hay dolor y fiebre u otras señales de infección
Pérdida de peso o fiebre inexplicable, tos persistente o dificultad para respirar, sudoración nocturna.
Cambios en los ojos – pupila blanca, aparición de estrabismo, pérdida de la visión, moretones o hinchazón alrededor del ojo(s). Hinchazón abdominal.
Hinchazón en la zona abdominal del cuerpo
Dolores de cabeza, severos o inusualmente persistentes, vómitos (por la mañana o empeoramiento con el paso de los días)
Dolor de extremidades o huesos, hinchazón sin traumas ni señales de infección
Fatiga, letargo y cambios en el comportamiento, tales como volverse retraído
Mareos, pérdida de equilibrio o coordinación
TIPOS DE CÁNCER INFANTIL
LEUCEMIA INFANTIL
Es el cáncer que afecta la médula y los tejidos que fabrican las células de la sangre. Cuando aparece la leucemia, el cuerpo fabrica una gran cantidad de glóbulos blancos anormales que no realizan sus funciones en forma adecuada. Por el contrario, esas células anormales, invaden la médula y destruyen las células sanas de la sangre, haciendo que el paciente sufra de anemia, infecciones o moretones generalizados. La forma más frecuente de Leucemia en los niños es la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA). Se ha avanzado muchísimo en su tratamiento y actualmente se curan alrededor de 7 de cada 10 niños.
TUMORES INFANTIL DE SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Los tumores de cerebro y de médula espinal son los tumores sólidos más frecuentes en los niños. Algunos tumores son benignos y los niños son curados con una cirugía. Sin embargo, en el caso de los malignos, dada la dificultad en el diagnóstico y en el tratamiento, no se ha avanzado tanto en su cura como en otros tipos de cáncer infantil. Su tratamiento en general incluye cirugía más otras terapéuticas, como quimioterapia y radioterapia.
TUMORES ÓSEOS INFANTIL
Los huesos pueden ser el sitio donde otros tumores se diseminan, pero algunos tipos de cáncer se originan en el esqueleto. El más frecuente es el Osteosarcoma El cáncer de huesos pediátrico, ocurre a menudo durante el salto de crecimiento de la adolescencia y el 85 % de los adolescentes que lo padecen tienen el tumor en sus brazos o piernas, la mitad de ellos alrededor de la rodilla. Otro tipo de tumor óseo es el Sarcoma de Ewing, que a diferencia del anterior, no se lo encuentra generalmente en los huesos largos, sino en las costillas. Durante el período de 1950 a 1980 se avanzó bastante en el tratamiento, consiguiéndose una reducción del 50% de las muertes ocasionadas por este tumor.
LINFOMAS INFANTILES
El linfoma es un tipo de cáncer que aparece en el sistema linfático, la red de circulación del cuerpo que saca las impurezas. Hay dos variedades de linfoma: Enfermedad de Hodgkin y No-Hodgkin. Esta última es más frecuente en niños, aparece en timo, intestino delgado, o en las glándulas linfáticas de cualquier parte del cuerpo. Puede diseminarse al Sistema Nervioso o a la Médula. Tiene buen pronóstico de curación.
NEUROBLASTOMA INFANTIL
Es un tipo de cáncer que sólo se da en niños. Aparece en niños muy pequeños, un cuarto de los niños afectados presenta síntomas en el primer año de vida. El neuroblastoma se disemina rápidamente y en general es diagnosticado una vez que se ha esparcido. Los estadíos tempranos son curables con cirugía y se están desarrollando nuevos tratamientos cada vez más efectivos para el tratamiento de los estadíos avanzados.
RABDOMIOSARCOMA INFANTIL
Es el sarcoma de tejidos blandos más frecuente en niños. Esta neoplasia extremadamente maligna se origina en el tejido músculo-esquelético. A pesar de que puede darse en cualquier lugar de este tejido, generalmente se encuentra en la cabeza y el cuello, en el tracto genito-urinario o en las extremidades. A pesar de que el rabdomiosarcoma se extiende rápidamente, sus síntomas son bastante más evidentes que otros tipos de cáncer. El pronóstico general de esta enfermedad se ha mejorado a partir del desarrollo de quimioterapia más avanzada.
TUMOR DE WILMS INFANTIL
Es un tumor que se desarrolla rápidamente en los riñones y aparece más frecuentemente en niños, de entre 2 y 4 años de edad. El Tumor de Wilms en niños se comporta de manera distinta que el cáncer de riñón en adultos. En niños, la enfermedad hace metástasis en los pulmones. En el pasado la mortalidad por este tumor era muy alta. Actualmente con la combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia se ha avanzado en el control de la enfermedad.
RETINOBLASTOMA INFANTIL
Es un tumor ocular que aparece en la temprana infancia y muestra un patrón hereditario en gran parte de los casos. Es más frecuente en América latina que en otros lugares del mundo. Tiene muy buen pronóstico de cura (95%) aunque a veces compromete la visión. Habitualmente requiere cirugía y a veces otros tratamientos agregados.
Tiene sugerencias prácticas y consejos para ayudarle a controlar los dieciocho (18) diferentes efectos secundarios de la quimioterapia con el fin de que se sienta mejor durante el tratamiento.
Anemia
La anemia es una afección que puede provocar mucho cansancio, dificultad para respirar y mareos. Otros signos de anemia pueden ser confusión o desmayos, dolores de cabeza, latidos muy rápidos del corazón y piel muy pálida.
Los tratamientos del cáncer, como la quimioterapia, la radioterapia y los cánceres que afectan la médula ósea pueden causar anemia. Cuando se tiene anemia, el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos. Los glóbulos rojos son las células que llevan oxígeno de los pulmones a todo el cuerpo para ayudarle a funcionar en forma adecuada. Le harán análisis de sangre para ver si tiene anemia. El tratamiento también depende de sus síntomas y de lo que esté causando la anemia.
Control de efectos
Las siguientes son algunas medidas que puede tomar si tiene fatiga causada por anemia:
Ahorre su energía y pida ayuda. Cada día, elija lo que es más importante para que lo haga. Cuando la gente le ofrezca ayuda, permita que le ayuden. Pueden llevarle al doctor, preparar la comida o hacer otras cosas que usted no puede hacer por su cansancio.
Equilibre el descanso con la actividad. Duerma siestas cortas durante el día, pero tenga en cuenta que demasiado reposo en cama puede hacerle sentir debilidad. Puede sentirse mejor si camina un poco o si hace un poco de ejercicio todos los días.
Coma y beba bien. Hable con su doctor, con su enfermera o dietista titulado para saber qué comidas y bebidas son mejores para usted. Tal vez necesite comer alimentos con mucha proteína o alimentos con mucho hierro.
Boca y garganta
Los tratamientos del cáncer pueden causar problemas dentales de boca y de garganta. La radioterapia a la cabeza y al cuello puede dañar las glándulas salivales y tejidos en la boca o dificultar masticar y pasar alimentos sin problemas. Algunas cirugías también pueden hacer que sea difícil masticar o pasar alimentos sin molestias. Algunos tipos de quimioterapia y de terapia biológica pueden también dañar las células de la boca, de la garganta y de los labios. Ciertos medicamentos utilizados para tratar el cáncer y otros problemas óseos pueden causar también complicaciones orales.
Los problemas en la boca y la garganta pueden ser:
Cambios de sabor (disgeusia) o de olor
Sequedad de la boca (xerostomía)
Infecciones y llagas en la boca
Dolor o hinchazón en la boca (mucositis oral)
Sensibilidad a los alimentos calientes o fríos
Problemas para pasar (disfagia)
Caries dental
Los cambios en la boca son más graves si interfieren con la comida y la bebida, y pueden resultar en deshidratación o desnutrición. Es importante que llame a su doctor o a su enfermera si tiene dolor en la boca, los labios o la garganta que le dificulte comer, beber o dormir, o si tiene fiebre de 100.5° F (38° C) o más alta.
Cómo prevenir los problemas de la boca y de la garganta
Su doctor o su enfermera pueden sugerir que siga estas indicaciones y otras:
Hágase un examen dental antes de empezar el tratamiento. Antes de comenzar el tratamiento, visite a su dentista para hacerse una limpieza y un examen dental. Informe al dentista sobre su tratamiento de cáncer y trate de que le termine cualquier trabajo dental antes del tratamiento.
Revise y limpie su boca a diario. Revise su boca cada día para ver si tiene llagas o manchas blancas. Informe a su doctor o a su enfermera tan pronto como note algún cambio, como dolor o sensibilidad. Enjuague su boca durante el día, con una solución de agua tibia, bicarbonato de sodio y sal. Pida a su enfermera que anote la receta del enjuague bucal que se recomienda para usted. Cepille sus dientes, encías y lengua con suavidad después de cada comida y antes de acostarse. Use un cepillo de dientes muy suave o hisopos de algodón. Si corre riesgo de sangrado, pregunte si debe usar hilo dental.
Control
Su equipo de atención de salud puede sugerirle que tome estas medidas y otras para controlar estos problemas:
Boca o garganta irritadas. Elija alimentos que sean suaves, húmedos y fáciles de pasar. Suavice los alimentos secos con diferentes tipos de salsas u otros líquidos. Use una licuadora para hacer batidos o mezclar sus alimentos para hacerlos más fáciles de pasar. Pregunte sobre analgésicos como pastillas o aerosoles que anestesien la boca y hagan que el comer sea menos doloroso. Evite alimentos y bebidas que puedan irritar la boca; alimentos que sean crujientes, salados, condimentados o azucarados; y bebidas alcohólicas. No fume cigarrillos ni use otros productos de tabaco.
Sequedad de boca. Tome mucho líquido porque la boca seca puede aumentar el riesgo de caries e infecciones bucales. Tenga agua a la mano y beba sorbos con frecuencia para mantener la boca húmeda. Chupe cubitos de hielo o caramelos duros sin azúcar, coma postres helados o mastique goma de mascar (chicle) sin azúcar. Use un bálsamo labial (lip balm). Pregunte sobre medicinas, como sustitutos de saliva, que pueden cubrir, proteger y humedecer la boca y la garganta. La acupuntura puede ayudar con la sequedad en la boca.
Cambios en el sentido del gusto. Es posible que los alimentos parezcan no tener sabor, que tengan un sabor diferente al que solían tener o que no tengan demasiado sabor. La radioterapia puede causar un cambio en los sabores dulce, agrio, amargo y salado. Los fármacos de la quimioterapia pueden causar un sabor químico o metálico desagradable. Si tiene cambios del gusto, puede ayudarle si trata diferentes alimentos para encontrar el que sepa mejor. Probar alimentos fríos puede ayudarle. Estas son algunas sugerencias más para tener en cuenta:
Si la comida no tiene sabor, aderécela para mejorar su sabor o añádale especias.
Si la carne roja tiene un sabor extraño, cambie a otros alimentos con alto contenido de proteínas como pollo, huevos, pescado, mantequilla de maní, pavo, frijoles, o productos lácteos.
Si la comida sabe salada, amarga o ácida, trate de endulzarla.
Si la comida tiene un sabor metálico, use utensilios de plástico y platos no metálicos.
Si tiene un mal sabor en la boca, pruebe gotas de limón sin azúcar, chicle o mentas.
Caída del pelo
Preguntas hechas por otras personas a quienes se les ha caído el pelo:
¿Por qué se me caerá el pelo?
La quimioterapia puede dañar las células que producen pelo. Esto significa que el pelo de su cabeza y de cualquier otra parte de su cuerpo podría caerse. La caída del pelo se conoce como “alopecia”.
¿Cuándo empezará a caerse mi pelo?
El pelo podría comenzar a caerse 2 ó 3 semanas después de haber empezado la quimioterapia.
¿Qué puedo hacer antes de que se me caiga el pelo?
“Trate su pelo con cuidado”. Lávese el pelo con un champú suave. Séquelo con toques suaves usando una toalla suave. “Córtese el pelo”. Algunas personas deciden cortarse el pelo lo más corto posible. “Rasúrese la cabeza”. Si se rasura la cabeza, use una rasuradora eléctrica para que no se corte el cuero cabelludo. “Consiga una peluca”. Si piensa comprar una peluca o tupé, hágalo mientras tiene pelo. Así, el color de su pelo le ayudará a escoger la pieza de peluca o tupé.
¿Qué puedo hacer después que se me caiga el pelo?
Proteja su cabeza del sol. Use una crema con protector solar (“sunscreen”) o use un sombrero cuando salga. Proteja su cabeza del frío. Use un sombrero o una pañoleta. Cúbrase la cabeza con un pañuelo (mascada) suave cuando duerma.
¿Cuándo me volverá a crecer el pelo?
Lo más probable es que su pelo vuelva a crecer 2 ó 3 meses después de terminar la quimioterapia. A veces, el pelo nuevo puede ser más rizado o más lacio. O, podría ser de un color diferente. Con el tiempo, su pelo puede volver a ser como era antes del tratamiento.
Cambios en la memoria
Tener problemas relacionados con la memoria o la concentración (a veces descritos como niebla mental o quimiocerebro) depende de factores como el tipo de tratamiento que recibe así como también su edad y otros factores de salud. Los tratamientos del cáncer como la quimioterapia pueden causar dificultad para pensar, para concentrarse o recordar cosas. Lo mismo ocurre con algunos tipos de terapias biológicas y la radioterapia al cerebro.
Estos problemas cognitivos pueden comenzar durante o después del tratamiento del cáncer. Algunas personas notan cambios muy pequeños como un poco más de dificultad para recordar las cosas, mientras que otras tienen problemas mucho más grandes de memoria o de concentración.
Su doctor evaluará sus síntomas y le aconsejará formas de controlar o de tratar estos problemas. El tratamiento de situaciones como desnutrición, ansiedad, depresión, fatiga e insomnio también puede ayudar.
Control de efectos
Es importante que usted o un miembro de su familia diga a su equipo de atención de salud si usted está teniendo dificultad para recordar cosas, para pensar o concentrarse. A continuación hay algunas medidas que puede tomar para controlar problemas menores de memoria o de concentración:
Haga un plan de su día. Haga las cosas que requieren más concentración a la hora del día cuando se siente mejor. Descanse más y duerma bien por la noche. Si necesita descansar durante el día, las siestas cortas de menos de una hora son las mejores. Las siestas largas pueden hacer que le resulte más difícil dormir por la noche. Mantenga una rutina diaria.
Ejercite el cuerpo y la mente. El ejercicio puede ayudar a reducir la tensión y a que se sienta más alerta. El ejercicio libera endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad, que mejoran su humor y dan una sensación de bienestar. Pregunte qué ejercicios ligeros se recomiendan para usted. Las prácticas de mente y cuerpo como la meditación o los ejercicios mentales como rompecabezas o juegos ayudan a algunas personas.
Ayúdese para recordar cosas. Anote y guarde una lista a mano de información importante. Use una agenda, una grabadora u otro dispositivo electrónico que le ayude a recordar las actividades importantes. Haga una lista de nombres, números de teléfono importantes. Guárdela en un lugar que sea fácil de encontrar.
Cambios en los nervios
Algunos tratamientos del cáncer causan neuropatía periférica, debida al daño de los nervios periféricos. Estos nervios llevan información desde el cerebro a otras partes del cuerpo. Los efectos secundarios dependen de cuáles nervios periféricos (sensoriales, motores o autónomos) están afectados.
El daño a los nervios sensoriales (nervios que ayudan a que sienta dolor, calor, frío y presión) puede causar:
hormigueo, entumecimiento o una sensación de agujas y alfileres en sus pies y manos que puede extenderse a las piernas y a los brazos
incapacidad para sentir calor o frío, como sentir una estufa caliente
incapacidad para sentir dolor, como el dolor de una cortada o herida en un pie
El daño a los nervios motores (nervios que ayudan a los músculos a moverse) puede causar:
músculos débiles o adoloridos. Por ejemplo, usted puede perder el equilibrio o tropezarse con facilidad. Puede ser difícil abotonarse las camisas o abrir frascos.
tirones y calambres musculares o atrofia muscular (si no usa los músculos con regularidad)
problemas para ingerir o para respirar (si los músculos del pecho o de la garganta están afectados)
El daño a los nervios autónomos (nervios que controlan funciones automáticas como la presión arterial, la digestión, el ritmo cardíaco, la temperatura y la orina) puede causar:
cambios digestivos como estreñimiento o diarrea
mareos o sensación de desvanecimiento, debido a la baja presión arterial
latidos más acelerados o más lentos que antes
problemas sexuales en los que los hombres no pueden tener una erección y las mujeres no pueden lograr un orgasmo
problemas de sudor (transpiración) (ya sea demasiado sudor o muy poco sudor)
problemas para orinar, como fugas de orina o dificultad para vaciar la vejiga
Si empieza a notar alguno de los problemas que se mencionan arriba, diga a su doctor o a su enfermera. Obtener pronto un diagnóstico de estos problemas es la mejor manera de controlarlos, de prevenir mayores daños, así como también de reducir el dolor y otras complicaciones.
Cómo evitar o controlar los cambios en los nervios
Es posible que le recomienden tomar estas medidas:
Evite las caídas. Haga que alguien le ayude a evitar las caídas en su casa. Quite los tapetes de su paso para no tropezarse con ellos. Ponga barras de apoyo en las paredes y en el baño, para que pueda asirse a ellas y mantener el equilibrio. Ponga tapetes de baño (bathmats) en la ducha, en la tina o en la pila. Use zapatos resistentes con suelas blandas. Levántese lentamente de la silla o de la cama, especialmente si siente mareos.
Tenga más cuidado en la cocina y en la ducha. Use agarraderas (potholders) en la cocina para protegerse las manos de quemaduras. Tenga cuidado cuando manipula cuchillos y objetos filosos. Pida a otra persona que revise la temperatura del agua, para asegurarse que no esté demasiado caliente.
Protéjase sus manos y pies. Use zapatos, tanto dentro como fuera de la casa. Revise todos los días sus brazos, piernas y pies para ver que no tenga cortes ni rasguños. Cuando hace frío, use ropa de abrigo para protegerse las manos y los pies.
Pida ayuda y haga las cosas en forma más lenta. Otras personas pueden ayudar con las tareas difíciles. Vaya más despacio y dése más tiempo para hacer las cosas.
Aprenda sobre medicinas para el dolor y prácticas de medicina integrativa. Es posible que le receten medicina para el dolor. Algunas veces, prácticas como la acupuntura, los masajes, la fisioterapia, el yoga y otras pueden ser recomendables para mitigar el dolor. Hable con su equipo de atención de salud para saber lo que es más aconsejable para usted.
Cambios en la sexualidad y en la fertilidad de los hombres y mujeres
Los tratamientos del cáncer pueden causar efectos secundarios, es decir, problemas que ocurren cuando el tratamiento afecta tejidos u órganos sanos. Antes de comenzar el tratamiento, pregunte a su equipo de atención de salud cuáles son los efectos secundarios que usted podría experimentar. Conozca qué medidas puede tomar, así como el cuidado de apoyo que recibirá para sentirse mejor.
Cansancio y debilidad
El cansancio es un efecto secundario frecuente de muchos tratamientos del cáncer, como la quimioterapia, la radioterapia, la terapia biológica, el trasplante de médula ósea y la cirugía. Ocurrencias como la anemia, el dolor, los medicamentos y la tensión emocional pueden también causar cansancio o empeorarlo.
A menudo, la gente describe el cansancio relacionado con el cáncer como sentir cansancio en extremo, debilidad, pesadez, agotamiento o sin energía. Descansar no siempre ayuda a aliviar el cansancio. El cansancio relacionado con el cáncer es uno de los efectos secundarios más difíciles que mucha gente tiene que enfrentar.
Diga a su equipo de atención de salud si siente cansancio en extremo y no puede realizar sus actividades normales o si siente cansancio aun después de descansar o dormir. Hay muchas causas del cansancio. Anotar el grado de energía que se tiene durante el día ayudará al doctor a evaluar su cansancio. Anote también la forma como el cansancio afecta sus actividades diarias y qué cosas lo alivian o empeoran
Control de efectos
Es posible que le recomienden que siga estas indicaciones y otras para sentirse mejor:
Haga un plan que equilibre descanso y actividad. Elija actividades que le relajen. Muchas personas deciden escuchar música, leer, meditar, practicar visualización guiada o pasar tiempo con gente con la que disfrutan. La relajación puede ayudarle a ahorrar energía y a reducir la tensión. El doctor podría también recomendarle el ejercicio ligero para que le dé más energía y le ayude a sentirse mejor.
Haga un plan de descanso para el día. Si tiene cansancio, tome siestas cortas de menos de 1 hora durante el día. Sin embargo, dormir mucho durante el día puede dificultarle dormir en la noche. Elija las actividades más importantes y hágalas cuando tiene más energía. Pida ayuda para realizar tareas importantes como preparar las comidas o conducir.
Coma y beba bien. Hable con un dietista titulado para saber qué comidas y bebidas pueden aumentar su nivel de energía. Los alimentos con mucha proteína y calorías le ayudarán a mantener las fuerzas. A algunas personas les resulta mejor comer varias comidas pequeñas a lo largo del día, en vez de 3 comidas grandes. Mantenga una buena hidratación. Limite el consumo de cafeína y de alcohol.
Hable con un especialista. Puede ayudarle ver a un consejero, a un psicólogo o un psiquiatra. Estos expertos ayudan a la gente a hacer frente a sentimientos y pensamientos difíciles. Reducir la tensión puede darle más energía. Debido a que el dolor que no se controla puede ser una fuente principal de cansancio, puede ayudarle ver a un especialista en dolor o en cuidados paliativos.
Si tiene diarrea
Diarrea significa tener deposiciones que son blandas, sueltas o líquidas, con más frecuencia que lo normal. Si la diarrea es grave o si dura mucho tiempo, el cuerpo no absorbe el agua ni los nutrientes. Esto puede hacer que padezca deshidratación o desnutrición. Los tratamientos del cáncer, o el cáncer, pueden causar o empeorar la diarrea. Algunas medicinas, infecciones y tensión pueden causar también diarrea. Diga a su equipo de atención de salud si tiene diarrea.
La diarrea que resulta en deshidratación (la pérdida de demasiado líquido del cuerpo) y las concentraciones bajas de sal y de potasio (minerales importantes que el cuerpo necesita) puede poner la vida en peligro. Llame a su equipo de atención de salud si siente confusión o mareos, si la orina tiene un color amarillo oscuro, o usted no está orinando, o tiene fiebre de 100.5° F (38° C) o más alta.
Control de efectos
Le pueden recomendar que tome las siguientes medidas para prevenir complicaciones de la diarrea:
Tome mucho líquido cada día. La mayoría de las personas necesitan tomar de 8 a 12 vasos de líquido cada día. Pregunte a su doctor o a su enfermera cuánto líquido debe tomar cada día. En caso de diarrea grave, puede que se recomiende tomar líquidos claros o recibir líquidos por vía intravenosa por un corto período de tiempo.
Coma comidas chicas, ligeras para el estómago. Coma de 6 a 8 comidas chicas en todo el día, en vez de 3 comidas grandes. Los alimentos con alto contenido de potasio y de sodio (minerales que pierde cuando tiene diarrea) son buenas opciones para la mayoría de la gente. Limite o evite alimentos y bebidas que puedan empeorar su diarrea.
Consulte antes de tomar una medicina. Consulte a su doctor o a su enfermera antes de tomar una medicina para la diarrea. Su doctor le recetará la medicina indicada para usted.
Mantenga la zona del ano limpia y seca. Pruebe usar agua tibia y toallitas para mantenerla limpia. Los baños tibios de asiento pueden ayudar. Estos baños se conocen como sitz baths.
Si tiene dolor
El cáncer mismo y los efectos secundarios del tratamiento a veces pueden causar dolor. El dolor no es algo que usted tiene que “soportar”. El control del dolor es una parte importante del plan de tratamiento de su cáncer. El dolor puede reprimir el sistema inmunitario, aumentar el tiempo que se lleva el cuerpo en curarse, interferir con el sueño y afectar el estado de ánimo.
Hable con su equipo de atención de salud sobre el dolor, especialmente si:
el dolor no mejora ni desaparece con la medicina para el dolor
el dolor aparece de repente
el dolor hace difícil que pueda comer, dormir o realizar sus actividades normales
tiene efectos secundarios de la medicina para el dolor como somnolencia, náuseas, o estreñimiento
siente un dolor nuevo
tiene efectos secundarios de la medicina para el dolor, como adormecimiento, náuseas o estreñimiento
Su doctor trabajará con usted para hacer un plan de control del dolor. Este plan se basa en la descripción que usted haga del dolor que siente. Tomar la medicina para el dolor es una parte importante del plan. Su doctor hablará con usted sobre el uso de medicinas para controlar el dolor y le recetará medicinas (entre ellas opioides y otros tipos de medicinas no opioides) para tratar su dolor.
Cómo tratar y mitigar el dolor
Su equipo de atención de salud trabajará con usted para ayudar a prevenir, tratar o aliviar su dolor. A continuación hay algunas medidas que puede tomar:
Mantenga un diario del grado de su dolor. Escriba cada día sobre cualquier dolor que sienta. Al anotar las respuestas a las preguntas que se encuentran abajo, le ayudará a explicar a su doctor o a su enfermera el dolor que está sintiendo.
¿Qué parte del cuerpo le duele?
¿Cómo se siente el dolor (agudo, ardiente, punzante o un dolor que viene y se va) y dónde lo siente?
¿Cuándo empieza el dolor? ¿Cuánto dura el dolor?
¿En qué actividades (como comer, dormir u otras actividades) interfiere el dolor?
¿Qué hace que el dolor mejore o empeore? Por ejemplo, ¿se alivia el dolor con bolsas de hielo o con ejercicios? ¿Ayudan los analgésicos? ¿Qué cantidad toma? ¿Con qué frecuencia los toma?
En una escala del 1 al 10, donde el “10” es el dolor más fuerte y el “1” el dolor más ligero, ¿qué tan intenso es el dolor?
Tome su medicina para el dolor. Tome la cantidad correcta de medicina en el momento indicado. No espere hasta sentir mucho dolor para tomar la medicina para el dolor. Si espera para tomar su medicina, podría llevarse más tiempo en aliviar el dolor o necesitar más medicina. No deje de tomar la medicina a menos que el doctor se lo indique. Diga a su doctor o a su enfermera si la medicina ya no controla o no alivia el dolor, o si tiene dolor pero todavía no es hora de tomar la medicina.
Hable con un especialista en medicina del dolor. Los especialistas que tratan el dolor suelen trabajar juntos como parte de un equipo de cuidados paliativos o para el dolor. Estos especialistas pueden incluir a un neurólogo, cirujano, fisiatra, psiquiatra, psicólogo, o farmacéutico. Pregunte a su equipo de atención de salud sobre cómo encontrar a un especialista en dolor.
Si tiene estreñimiento
El estreñimiento sucede cuando usted tiene deposiciones menos frecuentes y las heces pueden estar duras, secas y difíciles de evacuar. También puede tener calambres estomacales, abotagamiento y náuseas por el estreñimiento.
Tratamientos del cáncer como la quimioterapia pueden causar estreñimiento. Ciertas medicinas (como los analgésicos o medicinas para calmar dolores) también pueden causar estreñimiento.
Hay cosas que puede hacer para evitar el estreñimiento. Es más fácil prevenir el estreñimiento que tratar sus complicaciones, las cuales pueden ser impacción fecal u obstrucción intestinal.
Control de efectos
Medidas para prevenir o tratar el estreñimiento:
Coma alimentos con mucha fibra. Agregar salvado a alimentos como cereales o licuados puede ser una manera sencilla de obtener más fibra. Pregunte cuántos gramos de fibra deberá comer cada día. Si tuvo una obstrucción intestinal o le realizaron cirugía intestinal, no debe tener una dieta con mucha fibra.
Beba mucho líquido. La mayoría de las personas necesitan tomar por lo menos 8 vasos de líquido cada día. Tal vez usted necesite más según su tratamiento, los medicamentos que toma y otros factores de salud. A algunas personas también les ayuda tomar bebidas tibias o calientes.
Mantenga la actividad todos los días. Pregunte a su equipo de atención de salud sobre ejercicios que pueden ayudarle. La mayoría de las personas pueden hacer ejercicios ligeros, hasta en la cama o en una silla. Otras personas optan por caminar o hacer ejercicio en una bicicleta estacionaria de 15 a 30 minutos al día.
Infórmese sobre las medicinas. Use solo las medicinas y tratamientos para el estreñimiento recetados por su doctor, debido a que algunos pueden causar hemorragia, infecciones u otros efectos secundarios dañinos en personas que reciben tratamiento para el cáncer. Mantenga un registro de las deposiciones para comunicarlo al doctor o a la enfermera.
Falta de apetito
Los tratamientos del cáncer pueden quitarle el apetito o cambiar el sabor o el olor de los alimentos. Puede ser también difícil comer por efectos secundarios como problemas en la boca y en la garganta o náuseas y vómitos . Sentir fatiga relacionada con el cáncer puede también afectar su apetito.
Hable con su equipo de atención de salud si no tiene hambre o si comer le causa dificultad. No espere hasta que se sienta débil, que adelgace demasiado o que tenga deshidratación para hablar con su doctor o su enfermera. Es importante que coma bien, especialmente durante el tratamiento del cáncer.
Control de efectos
Tome las siguientes medidas para recibir la nutrición que necesita y estar fuerte durante el tratamiento.
Beba mucho líquido. Tomar suficiente líquido es sumamente importante, especialmente si tiene menos apetito. La falta de líquidos puede resultar en deshidratación, una afección peligrosa. Si no toma suficiente líquido puede tener debilidad, mareos y su orina tendrá un color amarillo oscuro.
Elija alimentos saludables y con muchos nutrientes. Coma un poco, aunque no tenga hambre. Comer de 5 a 6 comidas pequeñas a lo largo del día, en vez de 3 comidas grandes le puede ayudar. La mayoría de las personas necesitan comer una variedad de alimentos con muchos nutrientes con alto contenido de proteínas y calorías.
Mantenga la actividad. La actividad puede realmente aumentar su apetito. Su apetito puede aumentar cuando camina un poco cada día.
Hinchazón y retención de líquidos
El edema, una afección en la que los líquidos se acumulan en los tejidos del cuerpo, puede ser causado por algunos tipos de quimioterapia, por ciertos cánceres y por padecimientos no relacionados con el cáncer.
Los signos del edema pueden ser:
Hinchazón en los pies, los tobillos y las piernas
Hinchazón en las manos y los brazos
Hinchazón en la cara o en el abdomen
La piel está hinchada, brillante, o se ve levemente abollada después de ser presionada
Falta de aire, tos o latidos irregulares
Informe a su equipo de atención de salud si nota que tiene hinchazón. Su doctor o su enfermera determinarán qué está causando estos síntomas, le recomendarán las medidas que debe tomar y podrían recetarle medicina.
Algunos problemas relacionados con el edema son graves. Llame a su doctor o a su enfermera si siente que le falta el aire, siente que su corazón late de forma diferente o irregular, tiene una hinchazón repentina o una hinchazón que está empeorando o que está afectando los brazos y las piernas, sube rápidamente de peso y no orina o solo orina un poco.
Cómo prevenir o reducir el edema
Puede tomar las siguientes medidas para prevenir o para reducir la hinchazón relacionada con el edema:
Vístase cómodamente. Use ropa floja y zapatos que no estén muy apretados. Cuando se siente o se acueste, levante los pies con un banco o con cojines. Evite cruzarse de piernas al sentarse. Si la hinchazón es intensa, pregunte a su equipo de atención de salud si puede usar medias (calcetines), mangas o guantes especiales que ayuden con la circulación.
Haga ejercicio. Mover la parte del cuerpo con edema puede ayudar. Su médico puede aconsejarle ejercicios específicos y caminar para mejorar la circulación. Sin embargo, es posible que le recomienden que no permanezca de pie ni camine demasiado de una vez.
Limite la sal (sodio) en su dieta. Evite alimentos como papas fritas, tocino, jamón y sopas enlatadas. Revise la etiqueta de los alimentos para ver el contenido de sodio. No añada sal ni salsa de soja a su comida.
Tome sus medicamentos. Si su doctor le receta medicamentos llamados diuréticos, tómelos según lo indicado. La medicina ayudará a que el agua y la sal se eliminen de su cuerpo.
Infecciones
Náuseas y vómitos
Náuseas suceden cuando siente malestar en el estómago, como si fuera a devolver. Vómitos suceden cuando usted devuelve lo ingerido. Hay varios tipos de náuseas y vómitos causados por el tratamiento del cáncer, como náuseas y vómitos anticipatorios, agudos y demorados. El control de náuseas y vómitos le ayudará a sentirse mejor y prevendrá problemas más graves como desnutrición y deshidratación.
Su doctor o su enfermera determinarán qué está causando sus síntomas y le recomendarán formas de prevenirlos. Las medicinas llamadas antieméticas o contra las náuseas son eficaces para prevenir y controlar los síntomas de las náuseas y los vómitos. Esas medicinas se toman a horas específicas para evitar y controlar los síntomas de náuseas y vómitos. También hay medidas prácticas que pueden recomendarle para que se sienta mejor, como las que se encuentran a continuación.
Control de efectos
Le pueden recomendar que siga estas indicaciones para sentirse mejor:
Tome su medicina antiemética. Hable con su doctor o con su enfermera para saber cuándo tomar su medicina. La mayoría de las personas necesitan tomar la medicina incluso los días que se sienten bien. Diga a su doctor o a su enfermera si la medicina no hace efecto. Hay distintos tipos de medicinas y una puede funcionar mejor que otra para usted.
Tome mucha agua y líquidos. Tome mucha agua y otros líquidos claros para prevenir la deshidratación, un problema grave que ocurre cuando el cuerpo pierde demasiado líquido y usted no toma lo suficiente. Trate de tomar durante todo el día sorbos de agua, de jugos de fruta, soda (refresco) de jengibre, té y bebidas isotónicas.
Evite ciertos alimentos. No coma alimentos con grasa, fritos, dulces ni con mucho condimento si siente malestar después de comerlos. Si el olor de la comida le molesta, pida a alguien que cocine para usted. Pruebe comidas frías que no tengan olor fuerte, o deje que los alimentos se enfríen antes de comerlos.
Siga estas sugerencias los días que recibe tratamiento. A algunas personas les resulta mejor comer una merienda pequeña antes del tratamiento. Otras evitan comer o beber justo antes o después del tratamiento porque les dan náuseas. Después del tratamiento, espere por lo menos 1 hora antes de comer o de beber algo.
Cambios en la necesidad de orinar
Algunos tratamientos del cáncer, como los de la lista siguiente, pueden causar los siguientes problemas urinarios y de vejiga:
La radioterapia a la pelvis (incluyendo los órganos reproductores, la vejiga, el colon y el recto) pueden irritar la vejiga y las vías urinarias. Estos problemas empiezan con frecuencia varias semanas después del inicio de la radioterapia y desaparecen varias semanas después de finalizado el tratamiento.
Algunos tipos de quimioterapia y de terapia biológica pueden afectar también o dañar células en la vejiga y en los riñones.
La cirugía para extirpar la próstata (prostatectomía), la cirugía para cáncer de vejiga, y la cirugía para extirpar el útero de la mujer, el tejido a los lados del útero, el cuello uterino y la parte superior de la vagina (histerectomía radical) pueden también causar problemas urinarios. Estos tipos de cirugía pueden también aumentar el riesgo de una infección de las vías urinarias.
Síntomas de una irritación del revestimiento de la vejiga (cistitis por radiación)
Dolor o sensación de ardor, antes o después de orinar
Sangre en la orina
Dificultad para empezar a orinar
Dificultad para vaciar completamente la vejiga
Sensación de que necesita orinar urgentemente o con frecuencia
Un pequeño escape de orina cuando estornuda o tose
Espasmos en la vejiga, calambres o malestar en la zona de la pelvis.
Síntomas de una infección de las vías urinarias
En las personas que son tratadas por cáncer, una infección de las vías urinarias puede convertirse en una enfermedad grave que necesita atención médica inmediata. Los síntomas son:
Dolor o sensación de ardor al orinar
Orina turbia o roja
Fiebre de 100.5° F (38° C) o más alta, o escalofríos y fatiga
Dolor en la espalda o en el abdomen
Dificultad para orinar o no poder orinar
Síntomas que pueden ocurrir después de la cirugía
Fuga de orina (incontinencia)
Dificultad para vaciar completamente la vejiga
Hable con su doctor o con su enfermera para saber cuáles síntomas puede tener y pregunte cuáles deberá reportar. Algunos cambios urinarios o de la vejiga pueden ser normales, como cambios en el color o el olor de la orina causados por algunos tipos de quimioterapia. Su equipo de atención de salud determinará la causa de sus síntomas y le sugerirá indicaciones para sentirse mejor. Si usted tiene una infección bacteriana, le recetarán antibióticos.
Prevención o control
Estas son algunas indicaciones que pueden recomendarle para que se sienta mejor y para prevenir problemas:
Beba mucho líquido. La mayoría de las personas necesitan beber 8 vasos de líquido al día, para que la orina sea clara o de un color amarillo pálido. Debe evitar bebidas y alimentos que pueden empeorar sus problemas de vejiga. Entre ellos se incluyen la cafeína, bebidas con alcohol, comidas muy condimentadas y productos de tabaco.
Evite infecciones de las vías urinarias. Su doctor o su enfermera hablarán con usted de indicaciones para reducir su posibilidad de contraer una infección de las vías urinarias. Estas indicaciones pueden ser ir al baño con frecuencia, usar ropa interior de algodón y pantalones sueltos, aprender prácticas seguras y sanitarias de cateterismo, tomar duchas en vez de baños y consultar con su enfermera antes de usar productos como cremas y lociones cerca de sus partes íntimas.
La piel y las uñas
Los tratamientos del cáncer pueden causar una variedad de cambios en la piel y en las uñas. Hable con su doctor o con su enfermera para saber si usted tendrá estos cambios según el tratamiento que está recibiendo:
La radioterapia puede causar que la piel de la zona del cuerpo que recibe radiación se vuelva seca y descamada, que tenga comezón (afección que se llama prurito) y se torne enrojecida o más oscura. La piel puede verse como quemada por el sol o bronceada y estar hinchada o inflada.
La quimioterapia puede dañar las células de crecimiento rápido de la piel y de las uñas. Esto puede causar problemas como resequedad de la piel, comezón, enrojecimiento o descamación. A algunas personas les da sarpullido o adquieren sensibilidad al sol, lo que causa que se quemen fácilmente por el sol. Las uñas se pueden volver oscuras, amarillas o agrietadas y causar que las cutículas estén rojas y adoloridas. Entre las personas que han recibido radioterapia en el pasado, la quimioterapia puede causar que la piel quede enrojecida, con ampollas, con descamación o dolor en la zona del cuerpo donde ha recibido radioterapia. Esto se llama reminiscencia de radiación (radiation recall).
La terapia biológica puede causar comezón, también llamada prurito.
La terapia dirigida puede causar piel seca, sarpullido y problemas en las uñas.
Los siguientes problemas de la piel son más graves y requieren atención médica urgente:
Comezón repentina o grave, sarpullido o urticaria durante la quimioterapia. Estos pueden ser signos de una reacción alérgica.
Llagas que se vuelven dolorosas, húmedas y pueden estar infectadas en la parte del cuerpo donde está recibiendo tratamiento. Esto se llama reacción húmeda y puede ocurrir en regiones donde la piel se pliega, como alrededor de las orejas, de los senos o de las nalgas.
Su doctor o su enfermera hablarán con usted sobre estos posibles cambios en la piel y en las uñas y le recomendarán formas de tratar o prevenir estos cambios.
Control de efectos
Según el tratamiento que reciba, le pueden recomendar estas indicaciones para proteger su piel, evitar infecciones y reducir la comezón:
Use solo productos recomendados para la piel. Use jabones suaves, delicados, para la piel. Pida a su enfermera que le recomiende lociones y cremas específicas. Pregunte cómo y con qué frecuencia deberá usarlas. Pregunte qué productos para la piel debe evitar. Por ejemplo, le pueden recomendar que no use talcos ni antitranspirantes antes de la radioterapia.
Proteja su piel. Pregunte sobre lociones o antibióticos para piel seca, con comezón, infectada o hinchada. No use almohadillas térmicas, bolsas de hielo ni vendajes en la zona que recibe radioterapia. Rasúrese con menos frecuencia y use una rasuradora eléctrica o deje de hacerlo si le irrita la piel. Use protector solar y bálsamo labial, o una camisa suelta de mangas largas, pantalones y un sombrero de ala ancha cuando salga..
Prevenga o trátese la piel seca y la comezón (prurito). Su doctor trabajará con usted para evaluar la causa del prurito. Hay también medidas que usted puede tomar para sentirse mejor. Evite los productos con alcohol o perfume que pueden secarle o irritarle la piel. Tome duchas o baños cortos con agua tibia, no con agua caliente. Póngase crema después de secarse tras una ducha, mientras su piel aún está ligeramente húmeda. Mantenga su casa fresca y húmeda. Coma una dieta saludable y tome mucho líquido para ayudar a mantener su piel húmeda y sana. Colocarse una toalla fresca o hielo sobre el área puede también ayudar. La acupuntura beneficia también a algunas personas.
Prevenga o trátese problemas menores de las uñas. Mantenga sus uñas limpias y cortas. Use guantes cuando lave los platos, cuando trabaje en el jardín o limpie la casa. Consulte con su enfermera para saber cuáles productos pueden ayudarle a cuidarse las uñas.
Diga a su doctor o a su enfermera si le duele la piel en el área donde recibe tratamiento. Su piel puede tener reacción húmeda. Esto ocurre a menudo en regiones donde la piel se pliega, como alrededor de las orejas o debajo de los senos. Puede causar una infección si no se trata adecuadamente. Pregunte a su doctor a o su enfermera cómo cuidar estas áreas.
Si tiene sangrado
Algunos tratamientos del cáncer, como la quimioterapia y la terapia dirigida, pueden aumentar su riesgo de hemorragias y moretones. Estos tratamientos pueden reducir el número de plaquetas en la sangre. Las plaquetas son las células que ayudan a que coagule la sangre y detienen las hemorragias. Cuando su recuento de plaquetas es bajo puede tener moretones o sangrar mucho o con mucha facilidad y tener pequeñas manchas moradas o rojas en la piel. Esta afección se llama trombocitopenia. Es importante que diga a su doctor o a su enfermera si nota alguno de estos cambios.
Llame a su doctor o a su enfermera si tiene problemas más graves como:
Hemorragia que no se detiene después de unos minutos, sangrado de la boca, de la nariz, o cuando vomita; sangrado de la vagina cuando no tiene la menstruación (periodo); orina roja o rosada, o materia fecal negra o con sangre; o sangrado durante su menstruación que es más abundante o que dura más de lo normal.
Cambios en su cabeza o en su vista tales como dolores fuertes de cabeza o que no vea bien, o si siente confusión o mucho sueño
Control de efectos
Las siguientes son las medidas que debe tomar si tiene un mayor riesgo de hemorragias y de moretones:
Evite ciertas medicinas. Muchas medicinas de venta sin receta contienen aspirina o ibuprofeno, lo cual puede aumentar su riesgo de hemorragias. Si tiene dudas, asegúrese de consultar la etiqueta. Pida a su equipo de atención de salud una lista de medicinas y productos que debe evitar. También le pueden recomendar que limite o evite el consumo de alcohol si su recuento de plaquetas es bajo.
Tenga sumo cuidado para evitar las hemorragias. Cepíllese los dientes con suavidad, con un cepillo muy suave. Use zapatos aun dentro de la casa. Tenga mucho cuidado al usar objetos filosos. Use una afeitadora eléctrica, no una navaja (hoja) de afeitar. Use crema y bálsamo labial (lip balm) para prevenir labios agrietados o partidos y resequedad en la piel. Diga a su doctor o a su enfermera si tiene estreñimiento o si nota sangrado en el recto.
Atención de hemorragias o moretones. Si empieza a sangrar, presione firmemente el área con un paño limpio. Mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado. Si tiene moretones, póngase hielo en el área.
Efectos secundarios de pacientes que reciben Radioterapia
Estos son los nueve (9) diferentes efectos secundarios de la radioterapia, entregados por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Para informarse como tratarlos véase en el área de consejos para pacientes que reciben quimioterapia.
Diarrea
Debilidad o cansancio (fatiga)
Pérdida del pelo (alopecia)
Dolor en la boca o la garganta
Náuseas y vómitos
Cambios sexuales y de fertilidad en hombres y mujeres
¿Qué es el cáncer?
La Organización Mundial de la Salud define al cáncer como un proceso de crecimiento y diseminación incontrolado de las células. El cáncer puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo y el tumor suele invadir el tejido circundante, además puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo.
Un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente en los niños, si se detectan en una fase temprana.
SEÑALES DE ADVERTENCIA
TIPOS DE CÁNCER INFANTIL
LEUCEMIA INFANTIL
Es el cáncer que afecta la médula y los tejidos que fabrican las células de la sangre. Cuando aparece la leucemia, el cuerpo fabrica una gran cantidad de glóbulos blancos anormales que no realizan sus funciones en forma adecuada. Por el contrario, esas células anormales, invaden la médula y destruyen las células sanas de la sangre, haciendo que el paciente sufra de anemia, infecciones o moretones generalizados. La forma más frecuente de Leucemia en los niños es la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA). Se ha avanzado muchísimo en su tratamiento y actualmente se curan alrededor de 7 de cada 10 niños.
TUMORES INFANTIL DE SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Los tumores de cerebro y de médula espinal son los tumores sólidos más frecuentes en los niños. Algunos tumores son benignos y los niños son curados con una cirugía. Sin embargo, en el caso de los malignos, dada la dificultad en el diagnóstico y en el tratamiento, no se ha avanzado tanto en su cura como en otros tipos de cáncer infantil. Su tratamiento en general incluye cirugía más otras terapéuticas, como quimioterapia y radioterapia.
TUMORES ÓSEOS INFANTIL
Los huesos pueden ser el sitio donde otros tumores se diseminan, pero algunos tipos de cáncer se originan en el esqueleto. El más frecuente es el Osteosarcoma El cáncer de huesos pediátrico, ocurre a menudo durante el salto de crecimiento de la adolescencia y el 85 % de los adolescentes que lo padecen tienen el tumor en sus brazos o piernas, la mitad de ellos alrededor de la rodilla. Otro tipo de tumor óseo es el Sarcoma de Ewing, que a diferencia del anterior, no se lo encuentra generalmente en los huesos largos, sino en las costillas. Durante el período de 1950 a 1980 se avanzó bastante en el tratamiento, consiguiéndose una reducción del 50% de las muertes ocasionadas por este tumor.
LINFOMAS INFANTILES
El linfoma es un tipo de cáncer que aparece en el sistema linfático, la red de circulación del cuerpo que saca las impurezas. Hay dos variedades de linfoma: Enfermedad de Hodgkin y No-Hodgkin. Esta última es más frecuente en niños, aparece en timo, intestino delgado, o en las glándulas linfáticas de cualquier parte del cuerpo. Puede diseminarse al Sistema Nervioso o a la Médula. Tiene buen pronóstico de curación.
NEUROBLASTOMA INFANTIL
Es un tipo de cáncer que sólo se da en niños. Aparece en niños muy pequeños, un cuarto de los niños afectados presenta síntomas en el primer año de vida. El neuroblastoma se disemina rápidamente y en general es diagnosticado una vez que se ha esparcido. Los estadíos tempranos son curables con cirugía y se están desarrollando nuevos tratamientos cada vez más efectivos para el tratamiento de los estadíos avanzados.
RABDOMIOSARCOMA INFANTIL
Es el sarcoma de tejidos blandos más frecuente en niños. Esta neoplasia extremadamente maligna se origina en el tejido músculo-esquelético. A pesar de que puede darse en cualquier lugar de este tejido, generalmente se encuentra en la cabeza y el cuello, en el tracto genito-urinario o en las extremidades. A pesar de que el rabdomiosarcoma se extiende rápidamente, sus síntomas son bastante más evidentes que otros tipos de cáncer. El pronóstico general de esta enfermedad se ha mejorado a partir del desarrollo de quimioterapia más avanzada.
TUMOR DE WILMS INFANTIL
Es un tumor que se desarrolla rápidamente en los riñones y aparece más frecuentemente en niños, de entre 2 y 4 años de edad. El Tumor de Wilms en niños se comporta de manera distinta que el cáncer de riñón en adultos. En niños, la enfermedad hace metástasis en los pulmones. En el pasado la mortalidad por este tumor era muy alta. Actualmente con la combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia se ha avanzado en el control de la enfermedad.
RETINOBLASTOMA INFANTIL
Es un tumor ocular que aparece en la temprana infancia y muestra un patrón hereditario en gran parte de los casos. Es más frecuente en América latina que en otros lugares del mundo. Tiene muy buen pronóstico de cura (95%) aunque a veces compromete la visión. Habitualmente requiere cirugía y a veces otros tratamientos agregados.
Consejos para pacientes que reciben Quimioterapia
En esta sección replicamos algunos consejos para pacientes que reciben quimioterapia que realiza el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Tiene sugerencias prácticas y consejos para ayudarle a controlar los dieciocho (18) diferentes efectos secundarios de la quimioterapia con el fin de que se sienta mejor durante el tratamiento.
La anemia es una afección que puede provocar mucho cansancio, dificultad para respirar y mareos. Otros signos de anemia pueden ser confusión o desmayos, dolores de cabeza, latidos muy rápidos del corazón y piel muy pálida.
Los tratamientos del cáncer, como la quimioterapia, la radioterapia y los cánceres que afectan la médula ósea pueden causar anemia. Cuando se tiene anemia, el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos. Los glóbulos rojos son las células que llevan oxígeno de los pulmones a todo el cuerpo para ayudarle a funcionar en forma adecuada. Le harán análisis de sangre para ver si tiene anemia. El tratamiento también depende de sus síntomas y de lo que esté causando la anemia.
Control de efectos
Las siguientes son algunas medidas que puede tomar si tiene fatiga causada por anemia:
Ahorre su energía y pida ayuda. Cada día, elija lo que es más importante para que lo haga. Cuando la gente le ofrezca ayuda, permita que le ayuden. Pueden llevarle al doctor, preparar la comida o hacer otras cosas que usted no puede hacer por su cansancio.
Equilibre el descanso con la actividad. Duerma siestas cortas durante el día, pero tenga en cuenta que demasiado reposo en cama puede hacerle sentir debilidad. Puede sentirse mejor si camina un poco o si hace un poco de ejercicio todos los días.
Coma y beba bien. Hable con su doctor, con su enfermera o dietista titulado para saber qué comidas y bebidas son mejores para usted. Tal vez necesite comer alimentos con mucha proteína o alimentos con mucho hierro.
Los tratamientos del cáncer pueden causar problemas dentales de boca y de garganta. La radioterapia a la cabeza y al cuello puede dañar las glándulas salivales y tejidos en la boca o dificultar masticar y pasar alimentos sin problemas. Algunas cirugías también pueden hacer que sea difícil masticar o pasar alimentos sin molestias. Algunos tipos de quimioterapia y de terapia biológica pueden también dañar las células de la boca, de la garganta y de los labios. Ciertos medicamentos utilizados para tratar el cáncer y otros problemas óseos pueden causar también complicaciones orales.
Los problemas en la boca y la garganta pueden ser:
Cambios de sabor (disgeusia) o de olor
Sequedad de la boca (xerostomía)
Infecciones y llagas en la boca
Dolor o hinchazón en la boca (mucositis oral)
Sensibilidad a los alimentos calientes o fríos
Problemas para pasar (disfagia)
Caries dental
Los cambios en la boca son más graves si interfieren con la comida y la bebida, y pueden resultar en deshidratación o desnutrición. Es importante que llame a su doctor o a su enfermera si tiene dolor en la boca, los labios o la garganta que le dificulte comer, beber o dormir, o si tiene fiebre de 100.5° F (38° C) o más alta.
Cómo prevenir los problemas de la boca y de la garganta
Su doctor o su enfermera pueden sugerir que siga estas indicaciones y otras:
Hágase un examen dental antes de empezar el tratamiento. Antes de comenzar el tratamiento, visite a su dentista para hacerse una limpieza y un examen dental. Informe al dentista sobre su tratamiento de cáncer y trate de que le termine cualquier trabajo dental antes del tratamiento.
Revise y limpie su boca a diario. Revise su boca cada día para ver si tiene llagas o manchas blancas. Informe a su doctor o a su enfermera tan pronto como note algún cambio, como dolor o sensibilidad. Enjuague su boca durante el día, con una solución de agua tibia, bicarbonato de sodio y sal. Pida a su enfermera que anote la receta del enjuague bucal que se recomienda para usted. Cepille sus dientes, encías y lengua con suavidad después de cada comida y antes de acostarse. Use un cepillo de dientes muy suave o hisopos de algodón. Si corre riesgo de sangrado, pregunte si debe usar hilo dental.
Control
Su equipo de atención de salud puede sugerirle que tome estas medidas y otras para controlar estos problemas:
Boca o garganta irritadas. Elija alimentos que sean suaves, húmedos y fáciles de pasar. Suavice los alimentos secos con diferentes tipos de salsas u otros líquidos. Use una licuadora para hacer batidos o mezclar sus alimentos para hacerlos más fáciles de pasar. Pregunte sobre analgésicos como pastillas o aerosoles que anestesien la boca y hagan que el comer sea menos doloroso. Evite alimentos y bebidas que puedan irritar la boca; alimentos que sean crujientes, salados, condimentados o azucarados; y bebidas alcohólicas. No fume cigarrillos ni use otros productos de tabaco.
Sequedad de boca. Tome mucho líquido porque la boca seca puede aumentar el riesgo de caries e infecciones bucales. Tenga agua a la mano y beba sorbos con frecuencia para mantener la boca húmeda. Chupe cubitos de hielo o caramelos duros sin azúcar, coma postres helados o mastique goma de mascar (chicle) sin azúcar. Use un bálsamo labial (lip balm). Pregunte sobre medicinas, como sustitutos de saliva, que pueden cubrir, proteger y humedecer la boca y la garganta. La acupuntura puede ayudar con la sequedad en la boca.
Cambios en el sentido del gusto. Es posible que los alimentos parezcan no tener sabor, que tengan un sabor diferente al que solían tener o que no tengan demasiado sabor. La radioterapia puede causar un cambio en los sabores dulce, agrio, amargo y salado. Los fármacos de la quimioterapia pueden causar un sabor químico o metálico desagradable. Si tiene cambios del gusto, puede ayudarle si trata diferentes alimentos para encontrar el que sepa mejor. Probar alimentos fríos puede ayudarle. Estas son algunas sugerencias más para tener en cuenta:
Si la comida no tiene sabor, aderécela para mejorar su sabor o añádale especias.
Si la carne roja tiene un sabor extraño, cambie a otros alimentos con alto contenido de proteínas como pollo, huevos, pescado, mantequilla de maní, pavo, frijoles, o productos lácteos.
Si la comida sabe salada, amarga o ácida, trate de endulzarla.
Si la comida tiene un sabor metálico, use utensilios de plástico y platos no metálicos.
Si tiene un mal sabor en la boca, pruebe gotas de limón sin azúcar, chicle o mentas.
Preguntas hechas por otras personas a quienes se les ha caído el pelo:
¿Por qué se me caerá el pelo?
La quimioterapia puede dañar las células que producen pelo. Esto significa que el pelo de su cabeza y de cualquier otra parte de su cuerpo podría caerse. La caída del pelo se conoce como “alopecia”.
¿Cuándo empezará a caerse mi pelo?
El pelo podría comenzar a caerse 2 ó 3 semanas después de haber empezado la quimioterapia.
¿Qué puedo hacer antes de que se me caiga el pelo?
“Trate su pelo con cuidado”. Lávese el pelo con un champú suave. Séquelo con toques suaves usando una toalla suave. “Córtese el pelo”. Algunas personas deciden cortarse el pelo lo más corto posible. “Rasúrese la cabeza”. Si se rasura la cabeza, use una rasuradora eléctrica para que no se corte el cuero cabelludo. “Consiga una peluca”. Si piensa comprar una peluca o tupé, hágalo mientras tiene pelo. Así, el color de su pelo le ayudará a escoger la pieza de peluca o tupé.
¿Qué puedo hacer después que se me caiga el pelo?
Proteja su cabeza del sol. Use una crema con protector solar (“sunscreen”) o use un sombrero cuando salga. Proteja su cabeza del frío. Use un sombrero o una pañoleta. Cúbrase la cabeza con un pañuelo (mascada) suave cuando duerma.
¿Cuándo me volverá a crecer el pelo?
Lo más probable es que su pelo vuelva a crecer 2 ó 3 meses después de terminar la quimioterapia. A veces, el pelo nuevo puede ser más rizado o más lacio. O, podría ser de un color diferente. Con el tiempo, su pelo puede volver a ser como era antes del tratamiento.
Tener problemas relacionados con la memoria o la concentración (a veces descritos como niebla mental o quimiocerebro) depende de factores como el tipo de tratamiento que recibe así como también su edad y otros factores de salud. Los tratamientos del cáncer como la quimioterapia pueden causar dificultad para pensar, para concentrarse o recordar cosas. Lo mismo ocurre con algunos tipos de terapias biológicas y la radioterapia al cerebro.
Estos problemas cognitivos pueden comenzar durante o después del tratamiento del cáncer. Algunas personas notan cambios muy pequeños como un poco más de dificultad para recordar las cosas, mientras que otras tienen problemas mucho más grandes de memoria o de concentración.
Su doctor evaluará sus síntomas y le aconsejará formas de controlar o de tratar estos problemas. El tratamiento de situaciones como desnutrición, ansiedad, depresión, fatiga e insomnio también puede ayudar.
Control de efectos
Es importante que usted o un miembro de su familia diga a su equipo de atención de salud si usted está teniendo dificultad para recordar cosas, para pensar o concentrarse. A continuación hay algunas medidas que puede tomar para controlar problemas menores de memoria o de concentración:
Haga un plan de su día. Haga las cosas que requieren más concentración a la hora del día cuando se siente mejor. Descanse más y duerma bien por la noche. Si necesita descansar durante el día, las siestas cortas de menos de una hora son las mejores. Las siestas largas pueden hacer que le resulte más difícil dormir por la noche. Mantenga una rutina diaria.
Ejercite el cuerpo y la mente. El ejercicio puede ayudar a reducir la tensión y a que se sienta más alerta. El ejercicio libera endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad, que mejoran su humor y dan una sensación de bienestar. Pregunte qué ejercicios ligeros se recomiendan para usted. Las prácticas de mente y cuerpo como la meditación o los ejercicios mentales como rompecabezas o juegos ayudan a algunas personas.
Ayúdese para recordar cosas. Anote y guarde una lista a mano de información importante. Use una agenda, una grabadora u otro dispositivo electrónico que le ayude a recordar las actividades importantes. Haga una lista de nombres, números de teléfono importantes. Guárdela en un lugar que sea fácil de encontrar.
Algunos tratamientos del cáncer causan neuropatía periférica, debida al daño de los nervios periféricos. Estos nervios llevan información desde el cerebro a otras partes del cuerpo. Los efectos secundarios dependen de cuáles nervios periféricos (sensoriales, motores o autónomos) están afectados.
El daño a los nervios sensoriales (nervios que ayudan a que sienta dolor, calor, frío y presión) puede causar:
hormigueo, entumecimiento o una sensación de agujas y alfileres en sus pies y manos que puede extenderse a las piernas y a los brazos
incapacidad para sentir calor o frío, como sentir una estufa caliente
incapacidad para sentir dolor, como el dolor de una cortada o herida en un pie
El daño a los nervios motores (nervios que ayudan a los músculos a moverse) puede causar:
músculos débiles o adoloridos. Por ejemplo, usted puede perder el equilibrio o tropezarse con facilidad. Puede ser difícil abotonarse las camisas o abrir frascos.
tirones y calambres musculares o atrofia muscular (si no usa los músculos con regularidad)
problemas para ingerir o para respirar (si los músculos del pecho o de la garganta están afectados)
El daño a los nervios autónomos (nervios que controlan funciones automáticas como la presión arterial, la digestión, el ritmo cardíaco, la temperatura y la orina) puede causar:
cambios digestivos como estreñimiento o diarrea
mareos o sensación de desvanecimiento, debido a la baja presión arterial
latidos más acelerados o más lentos que antes
problemas sexuales en los que los hombres no pueden tener una erección y las mujeres no pueden lograr un orgasmo
problemas de sudor (transpiración) (ya sea demasiado sudor o muy poco sudor)
problemas para orinar, como fugas de orina o dificultad para vaciar la vejiga
Si empieza a notar alguno de los problemas que se mencionan arriba, diga a su doctor o a su enfermera. Obtener pronto un diagnóstico de estos problemas es la mejor manera de controlarlos, de prevenir mayores daños, así como también de reducir el dolor y otras complicaciones.
Cómo evitar o controlar los cambios en los nervios
Es posible que le recomienden tomar estas medidas:
Evite las caídas. Haga que alguien le ayude a evitar las caídas en su casa. Quite los tapetes de su paso para no tropezarse con ellos. Ponga barras de apoyo en las paredes y en el baño, para que pueda asirse a ellas y mantener el equilibrio. Ponga tapetes de baño (bathmats) en la ducha, en la tina o en la pila. Use zapatos resistentes con suelas blandas. Levántese lentamente de la silla o de la cama, especialmente si siente mareos.
Tenga más cuidado en la cocina y en la ducha. Use agarraderas (potholders) en la cocina para protegerse las manos de quemaduras. Tenga cuidado cuando manipula cuchillos y objetos filosos. Pida a otra persona que revise la temperatura del agua, para asegurarse que no esté demasiado caliente.
Protéjase sus manos y pies. Use zapatos, tanto dentro como fuera de la casa. Revise todos los días sus brazos, piernas y pies para ver que no tenga cortes ni rasguños. Cuando hace frío, use ropa de abrigo para protegerse las manos y los pies.
Pida ayuda y haga las cosas en forma más lenta. Otras personas pueden ayudar con las tareas difíciles. Vaya más despacio y dése más tiempo para hacer las cosas.
Aprenda sobre medicinas para el dolor y prácticas de medicina integrativa. Es posible que le receten medicina para el dolor. Algunas veces, prácticas como la acupuntura, los masajes, la fisioterapia, el yoga y otras pueden ser recomendables para mitigar el dolor. Hable con su equipo de atención de salud para saber lo que es más aconsejable para usted.
Los tratamientos del cáncer pueden causar efectos secundarios, es decir, problemas que ocurren cuando el tratamiento afecta tejidos u órganos sanos. Antes de comenzar el tratamiento, pregunte a su equipo de atención de salud cuáles son los efectos secundarios que usted podría experimentar. Conozca qué medidas puede tomar, así como el cuidado de apoyo que recibirá para sentirse mejor.
El cansancio es un efecto secundario frecuente de muchos tratamientos del cáncer, como la quimioterapia, la radioterapia, la terapia biológica, el trasplante de médula ósea y la cirugía. Ocurrencias como la anemia, el dolor, los medicamentos y la tensión emocional pueden también causar cansancio o empeorarlo.
A menudo, la gente describe el cansancio relacionado con el cáncer como sentir cansancio en extremo, debilidad, pesadez, agotamiento o sin energía. Descansar no siempre ayuda a aliviar el cansancio. El cansancio relacionado con el cáncer es uno de los efectos secundarios más difíciles que mucha gente tiene que enfrentar.
Diga a su equipo de atención de salud si siente cansancio en extremo y no puede realizar sus actividades normales o si siente cansancio aun después de descansar o dormir. Hay muchas causas del cansancio. Anotar el grado de energía que se tiene durante el día ayudará al doctor a evaluar su cansancio. Anote también la forma como el cansancio afecta sus actividades diarias y qué cosas lo alivian o empeoran
Control de efectos
Es posible que le recomienden que siga estas indicaciones y otras para sentirse mejor:
Haga un plan que equilibre descanso y actividad. Elija actividades que le relajen. Muchas personas deciden escuchar música, leer, meditar, practicar visualización guiada o pasar tiempo con gente con la que disfrutan. La relajación puede ayudarle a ahorrar energía y a reducir la tensión. El doctor podría también recomendarle el ejercicio ligero para que le dé más energía y le ayude a sentirse mejor.
Haga un plan de descanso para el día. Si tiene cansancio, tome siestas cortas de menos de 1 hora durante el día. Sin embargo, dormir mucho durante el día puede dificultarle dormir en la noche. Elija las actividades más importantes y hágalas cuando tiene más energía. Pida ayuda para realizar tareas importantes como preparar las comidas o conducir.
Coma y beba bien. Hable con un dietista titulado para saber qué comidas y bebidas pueden aumentar su nivel de energía. Los alimentos con mucha proteína y calorías le ayudarán a mantener las fuerzas. A algunas personas les resulta mejor comer varias comidas pequeñas a lo largo del día, en vez de 3 comidas grandes. Mantenga una buena hidratación. Limite el consumo de cafeína y de alcohol.
Hable con un especialista. Puede ayudarle ver a un consejero, a un psicólogo o un psiquiatra. Estos expertos ayudan a la gente a hacer frente a sentimientos y pensamientos difíciles. Reducir la tensión puede darle más energía. Debido a que el dolor que no se controla puede ser una fuente principal de cansancio, puede ayudarle ver a un especialista en dolor o en cuidados paliativos.
Diarrea significa tener deposiciones que son blandas, sueltas o líquidas, con más frecuencia que lo normal. Si la diarrea es grave o si dura mucho tiempo, el cuerpo no absorbe el agua ni los nutrientes. Esto puede hacer que padezca deshidratación o desnutrición. Los tratamientos del cáncer, o el cáncer, pueden causar o empeorar la diarrea. Algunas medicinas, infecciones y tensión pueden causar también diarrea. Diga a su equipo de atención de salud si tiene diarrea.
La diarrea que resulta en deshidratación (la pérdida de demasiado líquido del cuerpo) y las concentraciones bajas de sal y de potasio (minerales importantes que el cuerpo necesita) puede poner la vida en peligro. Llame a su equipo de atención de salud si siente confusión o mareos, si la orina tiene un color amarillo oscuro, o usted no está orinando, o tiene fiebre de 100.5° F (38° C) o más alta.
Control de efectos
Le pueden recomendar que tome las siguientes medidas para prevenir complicaciones de la diarrea:
Tome mucho líquido cada día. La mayoría de las personas necesitan tomar de 8 a 12 vasos de líquido cada día. Pregunte a su doctor o a su enfermera cuánto líquido debe tomar cada día. En caso de diarrea grave, puede que se recomiende tomar líquidos claros o recibir líquidos por vía intravenosa por un corto período de tiempo.
Coma comidas chicas, ligeras para el estómago. Coma de 6 a 8 comidas chicas en todo el día, en vez de 3 comidas grandes. Los alimentos con alto contenido de potasio y de sodio (minerales que pierde cuando tiene diarrea) son buenas opciones para la mayoría de la gente. Limite o evite alimentos y bebidas que puedan empeorar su diarrea.
Consulte antes de tomar una medicina. Consulte a su doctor o a su enfermera antes de tomar una medicina para la diarrea. Su doctor le recetará la medicina indicada para usted.
Mantenga la zona del ano limpia y seca. Pruebe usar agua tibia y toallitas para mantenerla limpia. Los baños tibios de asiento pueden ayudar. Estos baños se conocen como sitz baths.
El cáncer mismo y los efectos secundarios del tratamiento a veces pueden causar dolor. El dolor no es algo que usted tiene que “soportar”. El control del dolor es una parte importante del plan de tratamiento de su cáncer. El dolor puede reprimir el sistema inmunitario, aumentar el tiempo que se lleva el cuerpo en curarse, interferir con el sueño y afectar el estado de ánimo.
Hable con su equipo de atención de salud sobre el dolor, especialmente si:
el dolor no mejora ni desaparece con la medicina para el dolor
el dolor aparece de repente
el dolor hace difícil que pueda comer, dormir o realizar sus actividades normales
tiene efectos secundarios de la medicina para el dolor como somnolencia, náuseas, o estreñimiento
siente un dolor nuevo
tiene efectos secundarios de la medicina para el dolor, como adormecimiento, náuseas o estreñimiento
Su doctor trabajará con usted para hacer un plan de control del dolor. Este plan se basa en la descripción que usted haga del dolor que siente. Tomar la medicina para el dolor es una parte importante del plan. Su doctor hablará con usted sobre el uso de medicinas para controlar el dolor y le recetará medicinas (entre ellas opioides y otros tipos de medicinas no opioides) para tratar su dolor.
Cómo tratar y mitigar el dolor
Su equipo de atención de salud trabajará con usted para ayudar a prevenir, tratar o aliviar su dolor. A continuación hay algunas medidas que puede tomar:
Mantenga un diario del grado de su dolor. Escriba cada día sobre cualquier dolor que sienta. Al anotar las respuestas a las preguntas que se encuentran abajo, le ayudará a explicar a su doctor o a su enfermera el dolor que está sintiendo.
¿Qué parte del cuerpo le duele?
¿Cómo se siente el dolor (agudo, ardiente, punzante o un dolor que viene y se va) y dónde lo siente?
¿Cuándo empieza el dolor? ¿Cuánto dura el dolor?
¿En qué actividades (como comer, dormir u otras actividades) interfiere el dolor?
¿Qué hace que el dolor mejore o empeore? Por ejemplo, ¿se alivia el dolor con bolsas de hielo o con ejercicios? ¿Ayudan los analgésicos? ¿Qué cantidad toma? ¿Con qué frecuencia los toma?
En una escala del 1 al 10, donde el “10” es el dolor más fuerte y el “1” el dolor más ligero, ¿qué tan intenso es el dolor?
Tome su medicina para el dolor. Tome la cantidad correcta de medicina en el momento indicado. No espere hasta sentir mucho dolor para tomar la medicina para el dolor. Si espera para tomar su medicina, podría llevarse más tiempo en aliviar el dolor o necesitar más medicina. No deje de tomar la medicina a menos que el doctor se lo indique. Diga a su doctor o a su enfermera si la medicina ya no controla o no alivia el dolor, o si tiene dolor pero todavía no es hora de tomar la medicina.
Hable con un especialista en medicina del dolor. Los especialistas que tratan el dolor suelen trabajar juntos como parte de un equipo de cuidados paliativos o para el dolor. Estos especialistas pueden incluir a un neurólogo, cirujano, fisiatra, psiquiatra, psicólogo, o farmacéutico. Pregunte a su equipo de atención de salud sobre cómo encontrar a un especialista en dolor.
El estreñimiento sucede cuando usted tiene deposiciones menos frecuentes y las heces pueden estar duras, secas y difíciles de evacuar. También puede tener calambres estomacales, abotagamiento y náuseas por el estreñimiento.
Tratamientos del cáncer como la quimioterapia pueden causar estreñimiento. Ciertas medicinas (como los analgésicos o medicinas para calmar dolores) también pueden causar estreñimiento.
Hay cosas que puede hacer para evitar el estreñimiento. Es más fácil prevenir el estreñimiento que tratar sus complicaciones, las cuales pueden ser impacción fecal u obstrucción intestinal.
Control de efectos
Medidas para prevenir o tratar el estreñimiento:
Coma alimentos con mucha fibra. Agregar salvado a alimentos como cereales o licuados puede ser una manera sencilla de obtener más fibra. Pregunte cuántos gramos de fibra deberá comer cada día. Si tuvo una obstrucción intestinal o le realizaron cirugía intestinal, no debe tener una dieta con mucha fibra.
Beba mucho líquido. La mayoría de las personas necesitan tomar por lo menos 8 vasos de líquido cada día. Tal vez usted necesite más según su tratamiento, los medicamentos que toma y otros factores de salud. A algunas personas también les ayuda tomar bebidas tibias o calientes.
Mantenga la actividad todos los días. Pregunte a su equipo de atención de salud sobre ejercicios que pueden ayudarle. La mayoría de las personas pueden hacer ejercicios ligeros, hasta en la cama o en una silla. Otras personas optan por caminar o hacer ejercicio en una bicicleta estacionaria de 15 a 30 minutos al día.
Infórmese sobre las medicinas. Use solo las medicinas y tratamientos para el estreñimiento recetados por su doctor, debido a que algunos pueden causar hemorragia, infecciones u otros efectos secundarios dañinos en personas que reciben tratamiento para el cáncer. Mantenga un registro de las deposiciones para comunicarlo al doctor o a la enfermera.
Los tratamientos del cáncer pueden quitarle el apetito o cambiar el sabor o el olor de los alimentos. Puede ser también difícil comer por efectos secundarios como problemas en la boca y en la garganta o náuseas y vómitos . Sentir fatiga relacionada con el cáncer puede también afectar su apetito.
Hable con su equipo de atención de salud si no tiene hambre o si comer le causa dificultad. No espere hasta que se sienta débil, que adelgace demasiado o que tenga deshidratación para hablar con su doctor o su enfermera. Es importante que coma bien, especialmente durante el tratamiento del cáncer.
Control de efectos
Tome las siguientes medidas para recibir la nutrición que necesita y estar fuerte durante el tratamiento.
Beba mucho líquido. Tomar suficiente líquido es sumamente importante, especialmente si tiene menos apetito. La falta de líquidos puede resultar en deshidratación, una afección peligrosa. Si no toma suficiente líquido puede tener debilidad, mareos y su orina tendrá un color amarillo oscuro.
Elija alimentos saludables y con muchos nutrientes. Coma un poco, aunque no tenga hambre. Comer de 5 a 6 comidas pequeñas a lo largo del día, en vez de 3 comidas grandes le puede ayudar. La mayoría de las personas necesitan comer una variedad de alimentos con muchos nutrientes con alto contenido de proteínas y calorías.
Mantenga la actividad. La actividad puede realmente aumentar su apetito. Su apetito puede aumentar cuando camina un poco cada día.
El edema, una afección en la que los líquidos se acumulan en los tejidos del cuerpo, puede ser causado por algunos tipos de quimioterapia, por ciertos cánceres y por padecimientos no relacionados con el cáncer.
Los signos del edema pueden ser:
Hinchazón en los pies, los tobillos y las piernas
Hinchazón en las manos y los brazos
Hinchazón en la cara o en el abdomen
La piel está hinchada, brillante, o se ve levemente abollada después de ser presionada
Falta de aire, tos o latidos irregulares
Informe a su equipo de atención de salud si nota que tiene hinchazón. Su doctor o su enfermera determinarán qué está causando estos síntomas, le recomendarán las medidas que debe tomar y podrían recetarle medicina.
Algunos problemas relacionados con el edema son graves. Llame a su doctor o a su enfermera si siente que le falta el aire, siente que su corazón late de forma diferente o irregular, tiene una hinchazón repentina o una hinchazón que está empeorando o que está afectando los brazos y las piernas, sube rápidamente de peso y no orina o solo orina un poco.
Cómo prevenir o reducir el edema
Puede tomar las siguientes medidas para prevenir o para reducir la hinchazón relacionada con el edema:
Vístase cómodamente. Use ropa floja y zapatos que no estén muy apretados. Cuando se siente o se acueste, levante los pies con un banco o con cojines. Evite cruzarse de piernas al sentarse. Si la hinchazón es intensa, pregunte a su equipo de atención de salud si puede usar medias (calcetines), mangas o guantes especiales que ayuden con la circulación.
Haga ejercicio. Mover la parte del cuerpo con edema puede ayudar. Su médico puede aconsejarle ejercicios específicos y caminar para mejorar la circulación. Sin embargo, es posible que le recomienden que no permanezca de pie ni camine demasiado de una vez.
Limite la sal (sodio) en su dieta. Evite alimentos como papas fritas, tocino, jamón y sopas enlatadas. Revise la etiqueta de los alimentos para ver el contenido de sodio. No añada sal ni salsa de soja a su comida.
Tome sus medicamentos. Si su doctor le receta medicamentos llamados diuréticos, tómelos según lo indicado. La medicina ayudará a que el agua y la sal se eliminen de su cuerpo.
Náuseas suceden cuando siente malestar en el estómago, como si fuera a devolver. Vómitos suceden cuando usted devuelve lo ingerido. Hay varios tipos de náuseas y vómitos causados por el tratamiento del cáncer, como náuseas y vómitos anticipatorios, agudos y demorados. El control de náuseas y vómitos le ayudará a sentirse mejor y prevendrá problemas más graves como desnutrición y deshidratación.
Su doctor o su enfermera determinarán qué está causando sus síntomas y le recomendarán formas de prevenirlos. Las medicinas llamadas antieméticas o contra las náuseas son eficaces para prevenir y controlar los síntomas de las náuseas y los vómitos. Esas medicinas se toman a horas específicas para evitar y controlar los síntomas de náuseas y vómitos. También hay medidas prácticas que pueden recomendarle para que se sienta mejor, como las que se encuentran a continuación.
Control de efectos
Le pueden recomendar que siga estas indicaciones para sentirse mejor:
Tome su medicina antiemética. Hable con su doctor o con su enfermera para saber cuándo tomar su medicina. La mayoría de las personas necesitan tomar la medicina incluso los días que se sienten bien. Diga a su doctor o a su enfermera si la medicina no hace efecto. Hay distintos tipos de medicinas y una puede funcionar mejor que otra para usted.
Tome mucha agua y líquidos. Tome mucha agua y otros líquidos claros para prevenir la deshidratación, un problema grave que ocurre cuando el cuerpo pierde demasiado líquido y usted no toma lo suficiente. Trate de tomar durante todo el día sorbos de agua, de jugos de fruta, soda (refresco) de jengibre, té y bebidas isotónicas.
Evite ciertos alimentos. No coma alimentos con grasa, fritos, dulces ni con mucho condimento si siente malestar después de comerlos. Si el olor de la comida le molesta, pida a alguien que cocine para usted. Pruebe comidas frías que no tengan olor fuerte, o deje que los alimentos se enfríen antes de comerlos.
Siga estas sugerencias los días que recibe tratamiento. A algunas personas les resulta mejor comer una merienda pequeña antes del tratamiento. Otras evitan comer o beber justo antes o después del tratamiento porque les dan náuseas. Después del tratamiento, espere por lo menos 1 hora antes de comer o de beber algo.
Algunos tratamientos del cáncer, como los de la lista siguiente, pueden causar los siguientes problemas urinarios y de vejiga:
La radioterapia a la pelvis (incluyendo los órganos reproductores, la vejiga, el colon y el recto) pueden irritar la vejiga y las vías urinarias. Estos problemas empiezan con frecuencia varias semanas después del inicio de la radioterapia y desaparecen varias semanas después de finalizado el tratamiento.
Algunos tipos de quimioterapia y de terapia biológica pueden afectar también o dañar células en la vejiga y en los riñones.
La cirugía para extirpar la próstata (prostatectomía), la cirugía para cáncer de vejiga, y la cirugía para extirpar el útero de la mujer, el tejido a los lados del útero, el cuello uterino y la parte superior de la vagina (histerectomía radical) pueden también causar problemas urinarios. Estos tipos de cirugía pueden también aumentar el riesgo de una infección de las vías urinarias.
Síntomas de una irritación del revestimiento de la vejiga (cistitis por radiación)
Dolor o sensación de ardor, antes o después de orinar
Sangre en la orina
Dificultad para empezar a orinar
Dificultad para vaciar completamente la vejiga
Sensación de que necesita orinar urgentemente o con frecuencia
Un pequeño escape de orina cuando estornuda o tose
Espasmos en la vejiga, calambres o malestar en la zona de la pelvis.
Síntomas de una infección de las vías urinarias
En las personas que son tratadas por cáncer, una infección de las vías urinarias puede convertirse en una enfermedad grave que necesita atención médica inmediata. Los síntomas son:
Dolor o sensación de ardor al orinar
Orina turbia o roja
Fiebre de 100.5° F (38° C) o más alta, o escalofríos y fatiga
Dolor en la espalda o en el abdomen
Dificultad para orinar o no poder orinar
Síntomas que pueden ocurrir después de la cirugía
Fuga de orina (incontinencia)
Dificultad para vaciar completamente la vejiga
Hable con su doctor o con su enfermera para saber cuáles síntomas puede tener y pregunte cuáles deberá reportar. Algunos cambios urinarios o de la vejiga pueden ser normales, como cambios en el color o el olor de la orina causados por algunos tipos de quimioterapia. Su equipo de atención de salud determinará la causa de sus síntomas y le sugerirá indicaciones para sentirse mejor. Si usted tiene una infección bacteriana, le recetarán antibióticos.
Prevención o control
Estas son algunas indicaciones que pueden recomendarle para que se sienta mejor y para prevenir problemas:
Beba mucho líquido. La mayoría de las personas necesitan beber 8 vasos de líquido al día, para que la orina sea clara o de un color amarillo pálido. Debe evitar bebidas y alimentos que pueden empeorar sus problemas de vejiga. Entre ellos se incluyen la cafeína, bebidas con alcohol, comidas muy condimentadas y productos de tabaco.
Evite infecciones de las vías urinarias. Su doctor o su enfermera hablarán con usted de indicaciones para reducir su posibilidad de contraer una infección de las vías urinarias. Estas indicaciones pueden ser ir al baño con frecuencia, usar ropa interior de algodón y pantalones sueltos, aprender prácticas seguras y sanitarias de cateterismo, tomar duchas en vez de baños y consultar con su enfermera antes de usar productos como cremas y lociones cerca de sus partes íntimas.
Los tratamientos del cáncer pueden causar una variedad de cambios en la piel y en las uñas. Hable con su doctor o con su enfermera para saber si usted tendrá estos cambios según el tratamiento que está recibiendo:
La radioterapia puede causar que la piel de la zona del cuerpo que recibe radiación se vuelva seca y descamada, que tenga comezón (afección que se llama prurito) y se torne enrojecida o más oscura. La piel puede verse como quemada por el sol o bronceada y estar hinchada o inflada.
La quimioterapia puede dañar las células de crecimiento rápido de la piel y de las uñas. Esto puede causar problemas como resequedad de la piel, comezón, enrojecimiento o descamación. A algunas personas les da sarpullido o adquieren sensibilidad al sol, lo que causa que se quemen fácilmente por el sol. Las uñas se pueden volver oscuras, amarillas o agrietadas y causar que las cutículas estén rojas y adoloridas. Entre las personas que han recibido radioterapia en el pasado, la quimioterapia puede causar que la piel quede enrojecida, con ampollas, con descamación o dolor en la zona del cuerpo donde ha recibido radioterapia. Esto se llama reminiscencia de radiación (radiation recall).
La terapia biológica puede causar comezón, también llamada prurito.
La terapia dirigida puede causar piel seca, sarpullido y problemas en las uñas.
Los siguientes problemas de la piel son más graves y requieren atención médica urgente:
Comezón repentina o grave, sarpullido o urticaria durante la quimioterapia. Estos pueden ser signos de una reacción alérgica.
Llagas que se vuelven dolorosas, húmedas y pueden estar infectadas en la parte del cuerpo donde está recibiendo tratamiento. Esto se llama reacción húmeda y puede ocurrir en regiones donde la piel se pliega, como alrededor de las orejas, de los senos o de las nalgas.
Su doctor o su enfermera hablarán con usted sobre estos posibles cambios en la piel y en las uñas y le recomendarán formas de tratar o prevenir estos cambios.
Control de efectos
Según el tratamiento que reciba, le pueden recomendar estas indicaciones para proteger su piel, evitar infecciones y reducir la comezón:
Use solo productos recomendados para la piel. Use jabones suaves, delicados, para la piel. Pida a su enfermera que le recomiende lociones y cremas específicas. Pregunte cómo y con qué frecuencia deberá usarlas. Pregunte qué productos para la piel debe evitar. Por ejemplo, le pueden recomendar que no use talcos ni antitranspirantes antes de la radioterapia.
Proteja su piel. Pregunte sobre lociones o antibióticos para piel seca, con comezón, infectada o hinchada. No use almohadillas térmicas, bolsas de hielo ni vendajes en la zona que recibe radioterapia. Rasúrese con menos frecuencia y use una rasuradora eléctrica o deje de hacerlo si le irrita la piel. Use protector solar y bálsamo labial, o una camisa suelta de mangas largas, pantalones y un sombrero de ala ancha cuando salga..
Prevenga o trátese la piel seca y la comezón (prurito). Su doctor trabajará con usted para evaluar la causa del prurito. Hay también medidas que usted puede tomar para sentirse mejor. Evite los productos con alcohol o perfume que pueden secarle o irritarle la piel. Tome duchas o baños cortos con agua tibia, no con agua caliente. Póngase crema después de secarse tras una ducha, mientras su piel aún está ligeramente húmeda. Mantenga su casa fresca y húmeda. Coma una dieta saludable y tome mucho líquido para ayudar a mantener su piel húmeda y sana. Colocarse una toalla fresca o hielo sobre el área puede también ayudar. La acupuntura beneficia también a algunas personas.
Prevenga o trátese problemas menores de las uñas. Mantenga sus uñas limpias y cortas. Use guantes cuando lave los platos, cuando trabaje en el jardín o limpie la casa. Consulte con su enfermera para saber cuáles productos pueden ayudarle a cuidarse las uñas.
Diga a su doctor o a su enfermera si le duele la piel en el área donde recibe tratamiento. Su piel puede tener reacción húmeda. Esto ocurre a menudo en regiones donde la piel se pliega, como alrededor de las orejas o debajo de los senos. Puede causar una infección si no se trata adecuadamente. Pregunte a su doctor a o su enfermera cómo cuidar estas áreas.
Algunos tratamientos del cáncer, como la quimioterapia y la terapia dirigida, pueden aumentar su riesgo de hemorragias y moretones. Estos tratamientos pueden reducir el número de plaquetas en la sangre. Las plaquetas son las células que ayudan a que coagule la sangre y detienen las hemorragias. Cuando su recuento de plaquetas es bajo puede tener moretones o sangrar mucho o con mucha facilidad y tener pequeñas manchas moradas o rojas en la piel. Esta afección se llama trombocitopenia. Es importante que diga a su doctor o a su enfermera si nota alguno de estos cambios.
Llame a su doctor o a su enfermera si tiene problemas más graves como:
Hemorragia que no se detiene después de unos minutos, sangrado de la boca, de la nariz, o cuando vomita; sangrado de la vagina cuando no tiene la menstruación (periodo); orina roja o rosada, o materia fecal negra o con sangre; o sangrado durante su menstruación que es más abundante o que dura más de lo normal.
Cambios en su cabeza o en su vista tales como dolores fuertes de cabeza o que no vea bien, o si siente confusión o mucho sueño
Control de efectos
Las siguientes son las medidas que debe tomar si tiene un mayor riesgo de hemorragias y de moretones:
Evite ciertas medicinas. Muchas medicinas de venta sin receta contienen aspirina o ibuprofeno, lo cual puede aumentar su riesgo de hemorragias. Si tiene dudas, asegúrese de consultar la etiqueta. Pida a su equipo de atención de salud una lista de medicinas y productos que debe evitar. También le pueden recomendar que limite o evite el consumo de alcohol si su recuento de plaquetas es bajo.
Tenga sumo cuidado para evitar las hemorragias. Cepíllese los dientes con suavidad, con un cepillo muy suave. Use zapatos aun dentro de la casa. Tenga mucho cuidado al usar objetos filosos. Use una afeitadora eléctrica, no una navaja (hoja) de afeitar. Use crema y bálsamo labial (lip balm) para prevenir labios agrietados o partidos y resequedad en la piel. Diga a su doctor o a su enfermera si tiene estreñimiento o si nota sangrado en el recto.
Atención de hemorragias o moretones. Si empieza a sangrar, presione firmemente el área con un paño limpio. Mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado. Si tiene moretones, póngase hielo en el área.
Efectos secundarios de pacientes que reciben Radioterapia
Estos son los nueve (9) diferentes efectos secundarios de la radioterapia, entregados por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Para informarse como tratarlos véase en el área de consejos para pacientes que reciben quimioterapia.
Diarrea
Debilidad o cansancio (fatiga)
Pérdida del pelo (alopecia)
Dolor en la boca o la garganta
Náuseas y vómitos
Cambios sexuales y de fertilidad en hombres y mujeres
Cambios leves en la piel
Cambios al orinar